De Viajes y Vueltas

Venir a Saquarema, siempre me da una sensación de magia y cosquilleo, como que me ayuda a corregir el rumbo. Puedo pasarme horas pensado y revisando cosas tirado en la arena o leyendo un libro que tenía colgado por ahí. Me olvido de comer y hoy me doy cuenta que ya llevo casi 24 horas de ayuno. En fin, Saquarema me da entre otras cosas eso, no darme cuenta del paso del tiempo, creo que al final entiendo cuando me decían que este lugar es maravilloso, pero envicia. Llevo días de sol, bloqueado con factor 30, playa, arena, olas que meten miedo, mañanas de yôga, vegetarianismo y demasiados recuerdos.
El viajar y el volver siempre me provocaron cosas, tengo cantidades de anécdotas sobre mis vueltas que podría escribir toda la noche, pero me acuerdo por ejemplo de mi vuelta de Cuba y como me ayudó a decidir seguir un camino sabiendo que al tiempo me quedaba sin trabajo y con pocas perspectivas. Volver de Saquarema en el 2004 significó mi partida para el interior del país y dejar una relación de casi 7 años con caminos totalmente opuestos como para reencauzar. El año pasado cuando volví de Toronto, decidí encarar un proyecto personal que no se en que devendrá y corté con una nueva relación. Hoy volver de Saquarema, no se que significará, ya que no estoy en pareja y tengo un proyecto que está por nacer, quizás simplemente sea la famosa concreción de algo, de proyectos y de relaciones....en fin....la vuelta lo dirá